A veces el dolor se convierte en una parte tan grande de tu vida que esperas que siempre esté ahí. Porque ya no recuerdas la última vez que no estuvo en tu vida...
Pero, entonces, un día, sientes algo más.
Algo que parece malo, probablemente porque es algo desconocido. Y, en ese momento, te das cuenta, de que eres feliz.
La felicidad nos llega de muchas formas. En la compañía de buenos amigos, en lo que sentimos cuando hacemos realidad el sueño de otra persona, en la promesa de una esperanza renovada...
Es bueno que nos permitamos ser felices… Porque nunca se sabe lo fugaz que puede ser la felicidad…
Soy de las que defiende que la felicidad no es una meta, sino pequeños momentos, segundos incluso, en los que nos sentimos absolutamente dichosos. Así puede ser fumando un cigarrillo, besando a alguien, riendo con una amiga, etc.
ResponderEliminarSin embargo, el dolor... el dolor siempre estará ahí para recordarnos que es más poderoso que la felicidad.
Gracias por pasar por mi blog. Evidentemente, te sigo :)
Me gusta mucho tu blog y tus entradas ni te digo:¨) Así que ahora tines uan nueva seguidora, espero que te pases por el mio: http://addictahhti.blogspot.com/
ResponderEliminarunbesitto(L)!
Ame la entrada, simplemente hermosa. Sigue asi linda. Besos desde http://aprendiqueelparasiemprenoexiste.blogspot.com/ ;*
ResponderEliminarLa felicidad aparece cuando menos lo esperamos :) y ¡que bonita sensación!
ResponderEliminarTe sigo, espero que te pases por mi blog :)
me encanto pero mas : la frase: Nunca se sabe lo fugas qe puede ser la felicidad. :D
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